Los domingos son gloriosos al mediodía. También suelen serlos en la mañana, pero casi nunca los veo. No importa si para comer tenés un asado bien regado o toca arroz con huevo frito y arvejas, la previa del almuerzo del domingo siempre es mágica y también es fascinante la sobremesa. Y mucho mejor si después hay fútbol. Voy flotando hasta la cancha. Los domingos mantienen su encanto hasta las seis o siete de la tarde, a partir de esa hora se empiezan a pudrir. La gelata rancia a resaca de un sábado se hace cada vez más fuerte y asoma con ganas un pestilente y demoledor olor a lunes.
Antidomingo. Así se llamaba un boliche en Buenos Aires que abría a eso de las ocho de la noche sólo en los días del Señor. No sé si sigue existiendo. Capaz que ya se masificó lo suficiente como para perder ese espíritu tan contradictorio de mezclar lo fiestero inconsciente con la pesadez del alma que provoca un domingo a la noche. Tal vez esa intención se desdibujó y ahora es un boliche más de tantos. Pero mientras duró, el Antidomingo fue una excelente idea. Una zancadilla al bajón. En ese lugar la gente se encontraba con un ánimo atemporal y se respiraban otros perfumes. No era un bar de esos donde se barre la mugre del sábado para después abrir las puertas a tres detonados que quieren tomar la última deprimente cerveza o a otros tantos que van por una muzza y después al sobre con cara de de aburridos. El Antidomingo se preparaba con las mejores ropas para hacerle frente al peor momento de la semana. Y conseguía que no te importara que ese momento de diversión estuviera tan cercano a un lunes. No perseguía la noche eterna de un viernes o un sábado, simplemente buscaba atenuar el golpe. Despedirse con grandeza del fin de semana.
Arrastrando mi dominguera uruguayez fui hace unos días a un recital que, definitivamente, no quería ver en ese putrefacto momento del día. En lo previo pensé que me iba a doler hacer el desgaste festivo a pocas horas del yugo semanal, y como en tantos otros domingos el bajón empezó a chicanearme a las siete de la tarde, justo a pocas horas del toque. Sin embargo, junté huevos y salí. Cuando llegué me olvidé del asunto. A la mierda domingo, bajón, resaca y boludez. Unas horas de música y buen ambiente me anestesiaron. Al salir, intenté continuar en ese estado lisérgico. Busqué un bar y pedí una cerveza. La tomé con la lentitud que implica una buena charla, pero a mí alrededor todos apuraban. Los parroquianos se atragantaban las muzzarellas, los mozos levantaban sillas. Y por más que hay pocas cosas que me irriten tanto como ver a estos sujetos intentando bajarme la cortina en la cara, ni me inmute. Seguí conversando y a la birra me la tomé de a sorbos nomás. La disfruté, mirando como la gente huía desganada, con el domingazo incrustado en sus rostros. Yo los veía pasar, levantando mi copa y pensando que el Antidomingo, a veces, no es un lugar. Es una actitud.
viernes, mayo 02, 2008
Antidomingo
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22 comentarios:
lo que es estar al pedo
Siendo viernes, y con un panorama demoledor para el fin de semana, me envalentonó aun más esta impecable receta dominical.
1. El final remató lo que venía pensando durante todo el relato. No puedo estar más de acuerdo, aunque acá se debería llamar "Antisábado", porque los domingos, como hoy, se trabaja, es equivalente a lunes.
2. ¡Envidiosa troll! ¿Por qué no das la cara?
Que feo eso que me decís, Ontono. Yo doy la cara. Digo lo que pienso. Por qué me decís troll? Porque no pienso como vos?
Por cierto, qué lindo día.
Sos una troll porque para lo único que entrás a los comentarios del Bepi es para insultarlo o provocar. Lisa y llanamente, la definición misma del troll.
Obepi: Te dejaría algun comentario sino fuera porque me suicidé anoche...
rucucu
Jamas insulto, y lo que vos entendés por provocación es mi estilo. Lamento si no te gusta, no en realidad no lo lamento, me importa poco. Es un recurso inherente a la producción intelectual, claro que si no trabajás en esto, es difícil que lo entiendas.
Ja. "Es un recurso inherente a la producción intelectual". El Perfume de una mujer.
Muy bueno Bepi, se respira clásico.
Hagan la prueba. Dejen de ir al fútbol y van a ver cómo los domingos son más largos y rendidores. Y se ahorran ese espectáculo cada vez más patético y lumpenizado.
Calm, a vos te vengo perdonando, no se bien por qué... pero que quisiste decir?
Walrus, con buenas intenciones, se respira clásico fue para Bepi por, sí, el partido, soy manya, pero particularmente porque esta escribiendo bien.
envidiosa, el perfume de una mujer, ¿Cúal es el tuyo?, y no me perdones nada, sos vos, si tengo un error simplemente mencionalo, soy lo hombre como para aceptarlo. De hecho jonesraces@hotmail.com .
Saludos a todos, Salud a él.
Justamente, Calm, vos no tenés errores. Cualquier cosa te aviso.
Me querés regalar un perfume? Te va a salir caro porque gusta variar el perfume, pero siempre de Cacharel.
El comentario no era por vos, Calm, sino por el post. Como Bepi se queja de que los domingos se le terminan cuando pita el juez.
Igual ya lo hablé con él y se niega a abandonar el estadio. Creo que ya es incurable.
Walrus: Este domingo se le terminó en el 1er minuto del segundo tiempo.
Envi, Cacharel suena bien.
Verdad que sí? Se dice Casharel, así como arrastrando la y. Como un porteño.
Sí, por más que le duela a la larga es por su bien.
Muy fea la combinación de las palabras "duela" con "larga". Sobre todo teniendo en cuenta lo del último domingo. La venganza del Chengue será terrible.
Envi: Si, si, tmb como si fuese Cacha Él. El hablar tiene demasiadas dimensiones como para que nos molestemos con ellas.
Wal-Bepi: Sí, ojalá lo sea, así nos repartimos partidos increibles y no pauperrimos 0-0s.
Estoy lleno de errrores. Igual gracias.
Hola Bepi.
Hermosa descripción del AntiDomingo.
Soy uno de los creadores del lugar, y te cuento que lo tuvimos cerrado un tiempo pero ya volvimos con la misma onda y el mismo lugar de siempre.
Agradezco profundamente tus palabras y de paso te pido permiso para utilizarlas en nuestro nuevo sitio.
Saludos.
Dany Alos
www.antiDomingo.com.ar
Dany, te mandé un mail a la direcciòn que figura en la pàgina. Abrazo
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