En el Hornos

¿Qué es esto? Preguntó Juan Ramón Carrasco con un balón en sus manos. “Una pelota”, respondieron al unísono los once jugadores de Fénix. “¿De qué está hecha la pelota?”, inquirió nuevamente el astuto técnico. “De cuero”, contestaron los aún más astutos footballers. ¿Y de dónde viene el cuero?, comenzó a hartar JR con sus preguntitas. Ahí la respuesta no fue tan espontánea ni tan unánime. Alguno dudó, otro seguramente se vio tentado a contestar “de una peletería”, pero un par de iluminados jugadores del glorioso “Feni” siguieron la lógica carrasquense y aventuraron: “de la vaca”. “Y qué come la vaca?”, siguió cuestionando el DT. “Pasto”, gritaron todos. “Bueno, denle pasto” dijo con una semisonrisa JR y echó a rodar la pelota por la hierba. Hermoso.

Dentro de los jugadores sometidos al test de inteligencia del malogrado técnico celeste estaba Germán Hornos. El mismo jugador que años más tarde se dio tremendo tortazo con su auto y le quedó la cabeza medio abollada. Pero el terrible accidente no fue suficiente para alejarlo de las canchas. Luego de una larga recuperación, Hornos volvió al ruedo . Ahora, en el 2007, nuestro querido JR también vuelve al fútbol vernáculo. Es el flamante técnico de River Plate y uno de los primeros refuerzos que pidió fue, claro, un Hornos en dos panes.
Germán- que después de la piña anduvo bollando en Europa hasta que se avivaron que con el accidente se le habían escapado unos cuantos caramelos del frasco y entonces lo fletaron para Uruguay- estaba dando pena en Bella Vista. Pero ahora, de la mano de su padre futbolístico, nuestro muchacho estrellado renace de las cenizas (sí, como el ave Fénix. Siempre quise ser titulador de la páginas de deportes).
He aquí el dialogo que Nos Vemos en Malkovich pudo registrar en una aparte del entrenamiento darsenero.

JR: (masticando sonoramente un chicle) Germán!.
Germán: (mira para arriba, mira para abajo....detiene su mirada, queda absorto mirando el piso)
JR: Hornos!
Germán: eh! ( levanta aparatosamente la cabeza, reconoce de dónde viene el sonido que invoca su nombre y se acerca al trotecito)
JR: Ven aquí hijo mío. Dime, (le enseña una pelota) ¿Qué es esto?
Germán: (piensa.....se cruza de brazos, apoya la mano derecha en el mentón....piensa) ¿Cómo que qué es?
JR: Sí Germán, qué es esto?
Germán: Eeeeeeerrr........cómo es.....aaaah, lo tengo en la punta de la lengua..eeeeeerrr ah! una pelota!
JR: Ahí va, Germáncito, y qué se hace con una pelota (displicente, masticando chicle)
Germán: (risueño) je je je se le pega patadas je je je
JR. Bien Germán , pero patadas suaves, no quiero que la traten mal a la pelota, no la quiero ver volando por los aires, eh, se le pegan patadas, pero suavecitas. Mirá para allá, qué vés (señala un arco)
Germán: je je , unos palos blancos.
JR: ¡Un arco, Hornos, es un arco!
Germán: Ah, un arcoooooo (lo queda mirando, asombrado)
JR: (didáctico) la pelota va adentro del arco, esto va adentro del arco. Repetí conmigo: pelota adentro del arco, p-e-l-o-t-a en el a-r-c-o.
Germán: Arco, pelota, en el. Pelota, arco. En el Pelota, arco.

JR se retira fastidiado, evocando aquellas maravillosas tardes en las cuales hablaba con sus jugadores del pasto y las vacas. Germán queda repitiendo frases sin sentido en el medio de la cancha.

Yo me retiro sin estilo, salú y feliz año para mis dos lectores. Hasta la vuelta.