Mal despierto

Me duermo con la televisión prendida y me despierto en una pesadilla. Escucho gritos histéricos, abro los ojos, trato de enfocar, enfoco: Canal 10. La jaula de las locas. Puglia y Cia. Petru Valensky vestido de mujer. Peluca blanca, lentes negros y chistes chotos. Bimbo De Pauli. Bimbo.... ¿en serio te hacès llamar Bimbo en televisión? Una rubia con insoportable cara de idiota y empalagosa voz de locutora lee en una laptop noticias locas sacadas de internet. Puglia la comenta a los gritos. Un puto que está detrás de cámara le hace fiesta y pone caras. Arquea las cejas y mueve la boca como haciendo pucherito. Esa es toda su batería de recursos. Bimbo, el pan lacteado, se las tira de irónico y mordaz. Paola del Bianco se suma al griterío desaforado. Control remoto. Canal 4. La mega concheta de Sara Perrone y una petisa que sería la envidia del guasón: cuando se ríe, la boca se le sale de los contornos de su cara. Hablan de las boludeces más insospechadas, pero al menos no gritan (tanto). Control remoto. Canal 12. Christian Font, el pibe de Mad y la mononeuronal de Maria Garcia. Ahí están. Sentados en el living del programa y con la expectativa propia de los que están por vivir un gran momento. Esperan un móvil en vivo y en directo desde Buenos Aires. Anuncian que con ellos estará en minutos la sensación del año, la mujer del momento. Y así de repente, para alegría de todos, aparece nuestra diva de cabotaje. No hay sorpresas: es Eunice Castro. Detrás suyo se puede ver la escenografía de Bailando por un Sueño. Se escuchan más gritos en la mañana. Emoción. Conversación de peluquería y provincianismo a destajo. ¿Y cómo es Pampita?, inquieren con una curiosidad sin disimulo desde el estudio. “Ay, es así, es tal cual se ve, súper humilde, súper sencilla”, responde la súper pelotuda de Eunice. Los otros, desde Montevideo, aplauden como focas y se mueren de envidia. Se pelean por quién va a ser el próximo que cruce el charco a hacerles una nota a los engendros de Tinelli. Christian Font ya estuvo y adelanta orgulloso que tiene un exclusivo mano a mano con el marido de Adriana Aguirre. Ajá...una exclusiva con un tipo que es capaz de cortarse la pija en cámara sólo por unos minutos de tele. Bien lo tuyo, Font. Busco entre las sábanas el control remoto y mientras tanto reflexiono que, bueno, Font también sería un gran candidato a mutilarse en vivo con tal de salir en pantalla. Apago. Cierro los ojos. Disfruto del silencio y pienso hasta quedarme dormido en lo nocivo de tener la televisión en el cuarto.