La puteé a la vieja. Sí, la puteé mal cuando la vi por primera vez. “Vieja de mierda”, fue lo primero que pensé cuando la vi en el hall del diario, sentada con cara larga en un sillón. “¿Tiene tiempo, joven?, Mire que esto que vengo a contar es complicado. “¿Me va a atender acá nomás? ¿No me va a hacer pasar a un escritorio, nada...? Ah, pero cómo han cambiado las cosas...”, con esa ametralladora de frases arrancó la vieja pretenciosa mientras yo no hacía otra cosa que putear por interno.
¿Por qué tendré yo que sentarme al lado suyo, señora, y fumarme gratis su cantinela?. Si a mí no me interesa que se le haya roto el calefón y que el sanitario no se lo arregla. No, tampoco me interesa cómo se llama el sanitario, ni que sea un chanta. No me importa a mí, ni a nadie más que a usted, señora, sépalo. Detalle por detalle, la vieja me hablaba de sus desventuras con el plomero, me contaba todo lo que no le había hecho. Todo. Su baño era un desastre, decía. No tenía espejo, no podía invitar gente a la casa, estaba sucio, no podía lavar ropa, no podía lavarse las manos. Bueno, no podía usar el baño, en definitiva. Parece que no podía hacer nada por culpa del plomero que le dejó un baño por la mitad.
El tema es que la vieja no paraba de hablar. “¿Usted va tomando nota, joven?, me preguntó. Asentí con la cabeza mientras escribía en mi bloc: “Alguien que me mate”, “Odio mi vida”, “Harto”, “Toy muy Harto”,“It´s the end of the world as we know it” y demás cosas por el estilo.
Estuve más de diez minutos, y la vieja- que aparte no escuchaba un pomo- seguía con su perorata sin dejarme meter bocadillo alguno. Yo dibujaba revólveres. En determinado momento, y viendo que la cosa podía seguir eternamente, me paré, le di la mano y le agradecí que haya venido por el diario a contarme su drama humano. Le prometí que la iba a llamar ni bien logre publicar que un sanitario incumple con su trabajo y deja sin baño a una anciana ¿Por cuánto? ¿Dos semanas? ¿Tres meses?. Me importa un huevo. Lo que me importaba era sacármela de encima. Lo había logrado, fue difícil, pero me estaba yendo. Entre triunfante y mareado me iba rumbo al ascensor y me libraba al fin de la vieja, de su baño y del puto plomero. Me iba, hasta que escuché algo que me heló la nuca. ¿Cómo se llama, joven?, preguntó. Resignado, me di vuelta y vi su silueta recortada a contraluz junto a la puerta de salida, apuntándome con el bastón y esperando la respuesta. “Alberto Kempes, decile que te llamás Alberto Kempes”, insistía una vocecita en mi cabeza, esa vocecita que a veces me dice cosas inteligentes y a la cual yo nunca, jamás, le hago caso. Le di mi nombre. Mi verdadero nombre. Y ahí supe que comenzaba la pesadilla.
Pasó algo más de una semana antes que la vieja llamara al diario y preguntara por mí ( y no por Alberto Kempes). “¿Cuándo sale la nota, joven?”. Tragué saliva, hice el gesto de caída de huevos con la mano que me quedaba libre y le respondí que todavía no estaba pronta, que la estaba escribiendo. “Ah, mejor”, dijo. “Lo que le quería decir es que quiero que al sanitario le pongas de sobrenombre: Yo sé ¿Lo qué, señora?. “Sí, sí, Yo Sé, porque cada vez que le digo lo que tiene que hacer él me dice: Yo sé, Yo sé" . “Ah bue no, Ah bue no”, pensé. "Ok señora", respondí y escuché unos cinco minutos más de desastres sanitarios.
Me llamó, creo, dos o tres días más tarde. Esta vez lo que quería era que la nota no salga publicada un domingo. “Perfecto, no sale el domingo entonces”, le dije y milagrosamente logré desprenderme rápido de la conversación.
En otra oportunidad, la llamada fue para pedirme maliciosamente que agregue en la nota una especie de ultimátum para el sanitario Yo sé: tenía que llevarse todos las herramientas que había dejado en el baño.
Estaban estorbando, sin dudas. También me llamó para quejarse de que se le había llevado una escalera y nunca la devolvió. “Digame, joven...", me dijo en una de las llamadas. "¿Cuándo es que sale la nota?”.
“Y no sé, Emilia (ah, se llama Emilia, si le decís señora se ofende) estoy bastante complicado” atiné a contestar y me sorprendió con una pregunta que me enterneció justo cuando estaba a punto de mandar cualquiera para salir del paso y cortar: “¿Y cuánta plata me va salir esto?” . Le explique que nosotros no cobrábamos las notas y la despedí de la forma más amable que me salió.
Ya pasó un buen tiempo de esto. Emilia llama dos por tres al diario y pregunta por mí. Me tiene un rato hablando del tiempo, de los inundados, de lo que sea. Y de paso me da más datos del sanitario para que yo pueda por fin terminar su nota. Ella sabe muy bien que nunca la voy a publicar. Y la verdad es que le importa un carajo.
martes, mayo 22, 2007
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30 comentarios:
Te cruzaste con John Kennedy Toole, la mismisima Ignatius "Emi" Reilly.
Muuy, mucho, muy BUENO
Ja, gran historia. La vieja debe de estar más sola que el uno. En cualquier momento te invita a que vayas un domingo a la noche al bailngo de Minas y Paysandú.
Yosoyines: Jajaja. Y yo pensaba que las viejas charletas solo me atomizaban a mi Jajaja. Salu2
Muy bien redactado. Es todo el gran tema de definir la agenda periodística en Uruguay, no?
publicá la nota, bepi, dejate de joder.
Lágrimas de nostalgia por mis mejillas. La mejor que me tocó de esas fue un viejo que quería cobrar su jubilación de Argentina y me traía tooodos sus papeles y me los mostraba uno a uno, y repetía 400.000 veces por minuto que Uruguay tiene convenio con Argentina en la materia. Ah! no! tuve una mejor! El que aseguraba haber inventado "el alimento del futuro", una especie de pastillitas de maíz con las que aspiraba a solucionar los problemas de hambre en los niños sudamericanos y africanos. Me llevó todo tipo de material "probatorio" y una cantinela de que Batlle estaba interesado. Hay gente muy productiva en el Uruguay... De todas formas, Bepi, te concedo el final onettiano, vale.
Que bueno que me linkeaste che.
La historia esta buena, pero por que no publicas la nota? no hay espacio o que?
No hay necesidad, más bien.
Ontono, veo que vos la tuviste un tanto más complicada que yo, es bravo cuando te caen con papeles
Sin animo de ofender, pero nunca manejaste la posibilidad de que la vieja te rompe las pelotas porque sos un pelotudo?
El famoso mosquito mutante resistente al frio.
una historia tan idiota amerita comentario
Confirmado: era un mosquito nomás. Le doy el tiempo del mundo para que piense una respuesta inteligente y sale con una agresión de manual, de insecto, bah. Ta, me aburriste. Raid.
Un comentario preocupante viniendo de alguien que cuenta historias tan graciosas. Desde que la leí no puedo parar de reirme.
... de reirme de lo tarado que sos.
Raid
No derrochés tanto ingenio. En vos se trata de un recurso no renovable.
Ajá. Raid. Última advertencia.
Por qué te molestan mis comentarios?
Uy nose si molestar entre esta conversacion de envidiosa- o bepi, en fin sere atrevida y dire lo que pienso:
LAS VIEJAS SON LO MAS, me encanta conversar con ellas y ve rlo que puede terminar todo, me encana que me inviten a sus casas con el nuevo plato que aprendieorn en el curso d ecocina que estan haciendo entre tiempo y tiempo de los cursos de manualidades con papel y la peluqueria del barrio.
EN fin mi humilde opinion.
Saludos!
Es una profesion de alto riesgo.
Sin dudas.
Yo sé quien es ese plomero.Te re-caga y te afana la escalera.
Nina, se nota que nunca te agarró una vieja en el bondi y te hizo una epopeya de las medias que se compró. Saludos
No es muy complicado cambiarte de lugar. Y en caso que sea imposible también podés pedirle a la vieja que se calle.
Callate.
soy sorda
El gran problema es cuando estas viejas hinchahuevos son sordas.Ahi se complica.Claro que siempre está la posibilidad de cambiarse de lugar.
Ya vuelvo.
No es tan simple. La vieja te puede seguir. Está tan chocha que tu rechazo la tiene sin cuidado. Sólo quiere molestarte.
JaJa envidiosa!Tal cual! Y ahí ya se trata de una vieja hinchapelotas,sorda y encima ladilla!
Ja..ja..tal cual..........si.....
Grande, grande!! No se porqué, pero hay veces que la gente acude a los periodistas como si estos tuvieran la solución a sus problemas... y hay veces, como es el caso, que se pasan de pesados!!
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