martes, septiembre 12, 2006

SNL

Seh, seh....botija, esa vieja historia de que uno piensa que vio todo en esta aburrida, gris y monótona urbe situada a orillas del majestuoso y chocolate Río de la Plata. ¿Notaste como arranqué?
Sep...uno comete el error de pensar eso...es más, hasta comete el error de pensar, diría.
Pero bueno ta, ese es otro tema. El tema acá, escuchame bien botija, es que uno se equivoca, y hay que reconocerlo.
Yo, por ejemplo, que a veces me las doy de tipo sabedor, conocedor, de mundo recorrido, con calle, de la noche ¿tendés? yo, que me las doy de eso, de que me las juno todas.... yo, botija, no v i n -a- d- a, te lo deletreo si querés, nada vi.
Y no paro de asombrarme de la nada que vi, no paro.
De la nada que conozco, de lo que me queda por conocer, por desayunarme, ¿cazás?
O cómo carajo me explicás vos que la otra vez caigo de casuela a ver un grupo de rock, uno medio pedorro de acá a la vuelta, y me encuentro con el gordo Chris Farley en la pista. ¿Eh?, ¿cómo me la explicás a esa? Ah, ta brava.
El gordo Chris Farley, sí, el gordo cague de risa del Saturday Night Live, ese que explotó de tanta frula que se encajaba pa dentro, ese gordo.
Me lo encontré acá, vivito y rocanroleando, sacudiendo sus pelos rubios, con esa carita manzana de gordo bueno, simpaticón, haciendo ademanes de guitarra, ja! sí, hacia ademanes de guitarra y saltaba al mismo tiempo. Se movía el piso cada vez que el gordo volvía del aire.
Yo lo miraba, así como culo en bidet, anonadado.
No me animaba a decirle nada, ¿qué le iba decir? Lo veía tan contento al gordo, tan ensimismado.
Aparte no me animaba.
En una arrancan a sonar los acordes del Smoke on the Water, esa de Deep Purple, ¿ubicás? Paaaam paaaaaam paaaaam pam pam pam...pa qué!!!?? Piró en colores el gordo Farley con esa canción. Parecía que él mismo la tuviera tocando.
Tenía un tigre estampado en la camiseta, el gordo, un tigre ahí, agazapado.
¿Viste esas camisetas terrajas con manga tres cuartos, onda fútbol americano yanquilandia que venden en la feria? Bueno, una de esas tenía, y el tigre parecía que te iba a comer cuando el gordo saltaba. Y mirá que saltaba el gordo.
No le dije nada, yo lo miraba nomás. Fijo lo miraba.
En una vuelta creo que así como que intercambiamos miradas, pero un flash, un segundo.
Y ta, me dio un cacho de cagazo, porque como que me guiñó el ojo, ¿tendés?
El gordo Chris Farley me guiñó un ojo, botija!
Y ahí nomás me fui del boliche, apuré esa cosa rara que estaba tomando y me las rajé contento pa mi casa.
En el camino pensaba esto que te estoy diciendo ahora, botija: uno no ha visto nada.

10 comentarios:

Alvareinstein dijo...

Es la primera vez que escucho el nombre Chris Farley.

O bepi dijo...

Pero no será la última.

Roberto dijo...

Bepi descubre a Sócrates. "Sólo sé que sé nada", de ahí en más comenzás tu conocimiento. Yo todavía no llegué a esa etapa de proponerme conseguir conocimiento, ya que me tendría que meter en la Filosofía, cosa que tengo pensado para hacer de cincuentón en adelante, luego de jubilarme.

Adrián Singer dijo...

Talmente. Esa es la realidad de la taza de tetra. Parece todo muy normal, gris y monotono, pero no es mas que un espejismo para cuando se oculta el sol. Ahi se empiezan a descubrir personajes, lugares, situaciones, posibilidades. O somos nosotros...

Adrián Singer dijo...

bepi, estoy al borde de un ataque de nervios porque no consigo cambiar los datos que aparecen en el sidebar de ontono. Quisiera poner links a otros blogs y borrar mi nombre. Ayuda urgente!!!!!!!!!!!!!!!1

O bepi dijo...

Ay, Ontono, a mal puerto fuiste por agua. Yo todo lo que hago en este blog es de puro pedo. Prueba y error, prueba y error.
Es más , en cualquier momento capaz que me eqiovoco y lo elimino.

goestobitburg dijo...

El domingo, vi a Steven Spielberg en el estadio. Lo digo en serio. Tan en serio como que volví al estadio para ver a Peñarol. Ja. Qué impresionante. Pero todo, ¿eh? El día de calor, la colgadera que me agarré con el porro antes de entrar. La demora uruguayista de la entrada, con una sola puerta habilitada para toda la Olímpica. La señora de doradas caravanas insultando al juez como si se le fuera la vida. Peñarol. Otra vez. Con Gregorio. Otra vez. En Gregorio se resume el uruguayo tipo del pasado, humilde, vareliano, mediocre. La derrota. Otra vez. La hinchada lo mejor. Eso y tres minitas que a ojo se llevaron buena parte de los desnuques; no los de la tribuna, cuyo gusto burdo sólo puede apreciar lo terraja y desproporcionado, mi desnuque, más fino. Y fue entre mirar y mirar que vi a Spielberg, caminado manso a lo largo de la platea, un poco gordo, de gorrita azul y lentes de... bueno, esos que usa él; ahí estaba, el domingo en el estadio. Y sí, ¿por qué no? Este al menos está vivo. Lo tuyo Bepi esde ultratumba.

O bepi dijo...

Van buenas minas a ver a peñarol?

O bepi dijo...

Es más raro eso que ver a Steven Spielberg

Roberto dijo...

¿Qué hacía goes en el estadio? ¿Hay buenos dealers? Seguro que por el partido no fue.